sábado, 29 de mayo de 2010

AMOR PERDIDO


Las rodillas se desgastaron esa ultima vez,
fuè por derroche,
desenfreno; gemidos.
Y tú consolabas al día siguiente mis heridas, y yo te lastimaba.
Tú susurrabas a mi oído, yo me negaba.
Ahora lamento y recuerdo las raspaduras de aquellas rodillas.
nuestras rodillas.
El relámpago de caricias,
y me sumerjo en el olvido para controlar la pena
que me da, haberte dejado pasar.


MARCELLA CAICEDO.

3 comentarios:

Unknown dijo...

jajajajaj yo toda posuda¡¡¡
ese poema me gusta mucho¡

Anónimo dijo...

Es hermoso, demasiado real.

Unknown dijo...

Bastante real... me duele esa perdida todavia¡¡