jueves, 31 de diciembre de 2009
EN EL FIN DE AÑO...
Un pedacito más de mi al desnudo
un trocito de celeste entre lo gris espeso
un instante tibio y luminiscente
en la eterna oscuridad de un cielo frío
y sin estrellas.
MELISA BUSTAMANTE.
Uruguay
ASI SOY
Soy como una niña asustada
que busca sus muñecas para jugar al te
y en las 15 horas , cierra sus ojos
creyendo lo mismo de ayer.
Buscando insectos para cazar
ellos me hacen casas
en botellas y sus pisadas
me hacen huir.
Y hoy me siento con mi cerveza
mirando el hueco de mi casa
que esta hecho para respirar.
Tan pequeña en la urbe
me pierdo en tu voz
y busco
sin saber donde
los recuerdos en las mañanas
la promesa del pasado
en el futuro perfecto.
Tu recuerdo presente
tocas a mi puerta
y yo estoy dentro de tu almohada
busca dentro ahí mismo
en la mañana.
VICTORIA DELGADO.
BIENVENIDA AL COLECTIVO...GENIALES VERSOS...
¡VIVA TIMBIO!
¡VIVA TIMBIO! Decía un letrero que colgaba en la superficie del sucio muro de la esquina de la novena con octava. Un hombre; con la mirada cansada y gesto aterrador, como si no hubiera dormido en años construía a martillazos una ordinaria salida de emergencia para su humilde morada. Había mucho ruido y poca gente alrededor, me detuve asombrada y observe como caían segundo a segundo bloques de ladrillo y cemento, (recuerdo que eso fue lo que más me atrajo y más curiosidad despertó en mí), a la par que las gotas de sudor que caían del sujeto, luego, haciendo un esfuerzo comencé a visualizar objetos inútiles en posiciones inútiles; una silla con bombillas, un televisor quebrado, herramientas colgadas de hilitos, telas de muchos colores sujetando un ramo de rosas… comencé a alterarme y de inmediato quise abalanzarme sobre el extraño para interrogarlo. Sentí la necesidad de una explicación a tan grandiosas imágenes llenas de anti-arte que merecían alabanzas, pero preferí, quizá por pánico quedarme estática y apreciar la belleza de cada objeto que mis lentes rayados conseguían comprender desde el otro extremo de la calle.
A los días siguientes, una curiosidad y una extraña sensación de decepción invadieron mi cuerpo, miles de preguntas y nunca una respuesta ¿Quién era ese sujeto? Me preguntaba diariamente ¿Un producto de mi imaginación?, ¿Por qué las flores?, ¿Por qué aquellos objetos?, ¿Por qué esa esquina?, ¿Por qué viva Timbio?, ¿Acaso, todo se conecta en algo? Comenzó en mi cabeza todo un proceso de cuestionamiento que luego fue ascendiendo a culpa, cobardía y tal vez a locura tras no haber sido capaz de avecinarme a conocer ese mundo surreal en una esquina cotidiana.
Hoy, mientras pasaba la mañana en el colegio lidiando con el pesado trabajo de describir a cada uno de mis compañeros de clase, y organizar el salón de tal modo que se nos viera la carita a todos (ya que la profesora nueva me había encargado tal tarea) pensaba en que al salir tendría que estar dispuesta a incluirme en ese idílico mundo que me desvelaba ya hace algunos días. Al terminar la jornada iba apresurada y cuando regresé a ver hacia uno de mis costados, de una boca, en un colectivo, se desprendía un viscoso gargajo que viajaba directo hacia un niño que se escudaba detrás de mi cuerpo con cara de estúpido. Reaccioné con agilidad y tuve un gesto de rechazo… 5 segundos de silencio mirando la mancha verde en la pared y continúe caminando, a medida que avanzaba, ya un poco tensa, escuche a mis espaldas un “te amo”, era él. Ese insoportable compañero de salón al que no odio, pero tampoco admiro, queriendo ser solidario por la presentación que ejecuté de él en horas de clase; con actitud despótica lo alejé de mí y me dirigí furibunda a paso rápido por la carretera, estaba ya muy perturbada y me senté en el anden a respirar polvo un rato, en la acera del frente un hombre descalzo (o bueno, con sus zapatos de mugre) deambulaba pidiendo comida, tenia una camisa habana (¿Del mugre? Que absurda) a cuadros y rota, un pantalón gris y un trozo de piola verde amarrado a la cintura, que creo yo jugaba el papel de cinturón, pero no estaba enganchado al pantalón, lo que hizo en mi soltar una carcajada estruendosa; quise preguntarle si era un viejo truco para moldear el cuerpo o estaba recordando el cuento del viejo rey con su traje invisible.
Ya con el ánimo mejor, caminé saludando al señor del kumis patiano y mas allá vi al loco de la piscina, ¿Lo recuerdan?, Ese que cada vez que ve una fuente recuerda su niñez y no importa quién o dónde esté, se despoja de su ropa y al agua sin ninguna privación como lo hizo aquella vez en el banco de la república. Ese recuerdo puso una sonrisa en mi rostro que hizo que mientras caminaba pensara en lo bonito de las rosquillas viejas de hace cuatro días en la panadería esa, del homosexual refinado cortando el cabello, de la señora vendiendo huevos, del ejecutivo almorzando, de los fantásticos helado de quinientos, para mi todo fue tan pulcro, tan dichosamente estético, que mi nivel de éxtasis era subliminal. Pero alcanzando la esquina de la novena con octava, no vi un letrero en un muro, no vi un muro, no vi objetos, no vi salida de emergencia, no vi esquina, no vi al sujeto extraño, no vi ese mundo surreal del cual quería conocer, no vi ese cuadro que rondaba mi mente martirizándome día a día. Solo vi un par de paredes invisibles sostenidas de cuatro palos de guadua, dos constructores destruyendo un espacio, toda una obra de arte vuelta trizas.
Pero si tan solo, ¡supieran el valor! Recriminándome lamenté que la conciencia de cultura no les daba para tanto, era desgarrador, indignante era también cuando cogían sus palas y cavaban removiendo la tierra, cuando tiraban objeto por objeto con tanta frescura. Comencé lentamente a sollozar confundida, quería trasbocar y el odio entro a gritos por mis venas, me hervía la sangre y tuve ganas de romperles un ladrillo a esos farsantes, de escupirles la cara, herirlos a bofetadas, pero el pavor que me producía me agobiaba. Lamentablemente soy tan débil, me sumergía en ese recuerdo, me recalcaba lo ignorante que había sido al no vivificar ese poético espacio. Sin más remedio corrí a casa. Salude, rechacé el almuerzo a mamá, me enclaustre en el cuarto, leí un buen libro, escuché un poco de música y dormí hasta el otro día.
Al día siguiente tuve la esperanza de que todo lo pasado fuera una cruel pesadilla, pero camino hacia el colegio me reencontré con la verdad: “Curaduría Urbana No 2435-4354 Popayán”.
CARMEN ALICIA SANCHEZ.
sábado, 26 de diciembre de 2009
ADENTRO
Me traga y me escupe
el transporte urbano
tengo aprendido el paisaje
del almanaque entero
y en mis manos el plano
más descifrable de todos
sufro sufrimientos
viciados de sufrientes
me muevo en el espacio
con más huellas de muertos
Y vos fuera del margen
de todo lo previsto
extendiéndome tu mano
y tengo miedo.
MELISA BUSTAMANTE
(Uruguay)
COCTEL PARA DOS
Dichoso el vino que saborea tu boca
precipitándose inocente
en el cálido abismo de tu garganta
hasta emerger como Vulcano
por tus poros y tus ojos desorbitados.
Desdichado el licor emanado de mi vientre,
cuando busca en medio de la nada y su distancia
el abismo sin fondo
con tus labios por custodios.
¡Oh! Vino huérfano
del paréntesis de mis piernas,
se derrama pálido y nervioso
sobre sabanas muertas.
Hoy noche, hoy madrugada
Mi ombligo puerta de entrada
¡Ven amor mío! Siéntate al banquete.
DIANA HERNANDEZ
Venatrix
LABERINTO
Mi corazón no encuentra tierra donde caerse muerto
Bajo mis pies se ramifica el color de las cosas
Los átomos de tu epidermis se autodestruyen ante la ausencia
La desmedida electricidad del jazz es el aire que respiro
Acaricio tus moléculas con manos de seda
Busco tus huellas difusas en nuestra oscura prisión de espejos
Duermo sobre tu cuerpo modestamente inerte
Duermo sobre tus volcanes inactivos
Duermo sobre ti…
Besando los labios de la muerte.
DIEGO LOZANO.
MEDIA NOCHE -4-
UN GRITO SILENCIOSO
La luz que se cuela por la ventana
Ilumina de a poco la penumbra
En donde se escondes tus ojos,
Aquellos que de vez en cuando
Me prestan algo de atención.
Y aquí estoy a tu lado, lanzando gritos
Desesperados, grito!, grito!, y grito!
Sin ser escuchada
¿Acaso moriré ignorada?
Tengo tantas cosas que decirte,
Tantas caricias para darte,
Tantos suspiros para regalarte…
¡Pero heme aquí!
Apilada en el rincón del olvido
Siendo el polvo mi único amigo.
Mi tiempo se detuvo en el último baile
que me concediste,
Ahora mi hermoso
vestido no es más que un harapo
Viejo y maltratado…
Mi brazo se ha soltado, mis ojos ya no brillan
Pero mi corazón aún palpita por ti amo.
¡Sálvame y juega conmigo otra vez!
AKU DOLL
La luz que se cuela por la ventana
Ilumina de a poco la penumbra
En donde se escondes tus ojos,
Aquellos que de vez en cuando
Me prestan algo de atención.
Y aquí estoy a tu lado, lanzando gritos
Desesperados, grito!, grito!, y grito!
Sin ser escuchada
¿Acaso moriré ignorada?
Tengo tantas cosas que decirte,
Tantas caricias para darte,
Tantos suspiros para regalarte…
¡Pero heme aquí!
Apilada en el rincón del olvido
Siendo el polvo mi único amigo.
Mi tiempo se detuvo en el último baile
que me concediste,
Ahora mi hermoso
vestido no es más que un harapo
Viejo y maltratado…
Mi brazo se ha soltado, mis ojos ya no brillan
Pero mi corazón aún palpita por ti amo.
¡Sálvame y juega conmigo otra vez!
AKU DOLL
POEMA SUICIDA
Oh! mariposa negra que aleteas en mi
olvido llevame contigo al terror de la
noche y deja mi alma penando en este
infierno que llamamos hogar. Cumple mis
más tenebrosas pesadillas de una vez,
y que mis sueños perduren en la eternidad,
besa mis labios oh! portadora de la muerte,
besalos y términa mi felicidad, porque no quiero
estar en un mundo donde me señalan con
burla y si recibo alguna limosna es por
lástima y nada más.
Quiero estar en el paraíso rodeada de
nubes amarillas y una luna plateada que
ilumina mi fría oscuridad.
Y que esa tonada triste que escribió el
ser amado inunde con su melodía mi reino
gótico, creando rosales llenos de espinas
que sin dolor hacen sangrar mi alma
para con ella escribir en el pergamino
de la eternidad este poema suicida.
BINYELI.
CLAVILEÑO EL ALIGERO (Personajes Fantásticos)
La Dueña Dolorida -la Condesa Trifaldi- le asegura que sólo si Don Quijote y Sancho cabalgan por el firmamento a lomos de Clavileño el Alígero (un caballo de madera!) podrán quedar libres ella misma y otras doncellas del crecimiento de las espesas barbas que las aqueja por causa de un encantamiento. Cuando el encantador Malambruno envía la máquina, Sancho, aterrorizado, se niega pero por fin acepta con reticencia. Ambos montan en la grupa del caballo con los ojos vendados y una serie de movimientos y trucos les hacen creer que en realidad están volando (les echan pólvora!).
Esta burla, de los duques, hacia Don Quijote y Sancho Panza jamás fue creída por Sancho Panza.
SANTIAGO FERNANDEZ.
lunes, 7 de diciembre de 2009
TÍTERE
Una luna, y tu mano
una noche y tu llanto
cantando entre incoherentes lamentos
bailamos bajo el negro cielo
el gato que nos mira sonriendo desde el árbol
maulla, mientras te recojo en pedazos
juntando las partes, armandote mi títere.
Es de noche, quieres dormir ya?
en mi mano tu cabeza.
Donde la debo poner?
el gato se tragó la última pieza.
Ahora eres un títere sin mano
bailemos, bajo el negro cielo
una princesa en pedazos llora
por ver la noche caer.
Una luna y tu mano
una noche y mucho llanto
lamentándose entre incoherentes cantos
bailaremos hasta morir.
AKU DOLL.
Bienvenida al colectivo...genial poema.
sábado, 5 de diciembre de 2009
A MI FUTURA PERDICIÓN.
No sé si eran mariposas
o una simple ansiedad,
seguí esperando frente a esa luminiscencia
que está acabando con la poca visión que me queda…
Sus palabras aunque distantes
pero directas, se habían calado días antes en mi caos,
después de tantos años, nuevamente yo, en ese tedioso lugar
esperando lo que sabía no debía esperar
intentando matar cualquier sentimiento;
pero me pregunte a mi misma:
mi misma, ¿ si tantos golpes te han hecho odiar las caricias,
cuándo dejaras que una caricia te de un golpe de esos con el cual caerás rendida en los brazos del viento, la lluvia, el éxtasis, la vida?...
…es media noche, yo sentada esperando mi futura perdición, intentando descifrar el conjuro al que le temo.
DIANA HERNANDEZ
Venatrix
BLUES CALCINADO BAJO LA LUNA
I
Paraíso lúgubre,
amaneceres siniestros, cerebros corroídos
días polvorientos sucios de tiempo,
cascadas de ideas inconclusas…
desvaríos,
pensamientos incendiarios.
II
En trance espero el fuego de las almas,
nuestro éter como un Blues calcinado,
heroicas epopeyas olvidadas…
nuestra lucha perdida
en el campo de batalla del amor.
III
Un Blues ecléctico bajo la luna,
nuestros ojos entrelazados con furia,
el viento danzando en tu cabello,
sudando vino…
nos amaremos en la noche.
IV
El océano a tus pies se enfurece,
llegan las olas como tsunamis mortales,
tu puerto y tu astillero se desmoronan…
seremos corales incoloros,
arrecifes estériles.
V
Danzaremos con los amigos muertos bajo la lluvia,
gotas fantasmales humedeciendo nuestra inmaterial presencia
un viejo Blues sonará con nostalgia…
como cadáveres despertaremos solos
en camas sepulcrales
extrañándonos.
DIEGO LOZANO.
jueves, 3 de diciembre de 2009
AZUL NOCTURNO
A todos los caidos y a los que estan por caer.
Me había olvidado
de la majestuosidad de la noche,
creí que era oscura, negra noche,
pero la presiento azul nocturno,
aunque también un poco roja,
y quizá más blanca que amarilla,
además me susurra sudorosa,
si bien poco refrescante
cuanto mas suntuosa;
me cuenta que los cuervos taciturnos
vuelan envueltos en sueños de colores
y que yo mariposa dilapidada, diminuta
revoleteo sobre capullos muertos,
mientras mi corazón enciende mi pecho
todo lo demás se incendia.
DIANA HERNANDEZ.
Venatrix
JAZZ INCONCLUSO
A pesar de que las cosas caen a tus pies como truenos
La dimensión de lo alcanzado es infinitamente inferior al deseo
El piano con su jazz melódicamente transformando el sentido de fluir la vida
La carretera me espera con luces de bienvenida
Compro cuchillas nuevas para afeitar el destino
Hago una fiesta con invitados insensatos
Todos mis amigos invisibles no saben comportarse borrachos
Mi mujer descansa bajo las camas del hospital psiquiátrico
Mi amada compra las flores que dios fabricó especialmente para ella
Dios esta muy ocupado para ocuparse de los bombardeos
Se ha perdido el reloj de arena que controlaba los siglos
Hoy el vino se derrama entre tus piernas y lo bebo sin prisa
En el cielo los helicópteros artillados nos saludan
Afortunadamente tenemos el don de esquivar las balas
Y esta trinchera de rosas aún nos protege de las granadas…
DIEGO LOZANO.
VUELTAS, VUELTAS Y VUELTAS
Das vueltas y vueltas y vueltas
Y no recuerdo haberte tirado de tejado a tejado
Tu mismo ,te fuiste, fugaz, con prisa
con tus babitas, con mis babitas impregnadas en tu boca,
que no fueron ni una ni dos,con tus jueves de bares y fotografias,
como si quisieras arrancarme de tu vida,
como si tus miradas, y tus palabras fueran celosamente guardadas por tu ser.
Ve, sigue dando vueltas y vueltas,
vacia grandes botellas sin mi
Que yo seguiré recopilando instantes capturados en mi caja
Una caja llena de colores,olores y sensaciones.
AMARILLA CAICEDO.
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