lunes, 25 de abril de 2011

AMANECE


Tras una larga sombra,
la maravilla de la luz
se asoma.
Tras de todo sueño
la fantasìa desbrosa,
duermes y logras
lo que te turba y zozobra.


Cuán efímero afán
que rápido olvida
y todo abandona,
la nada de lo cotidiano
visita los cuartos
los desvencijados y deshabitados
parajes de la inercia,
de la cruda tarde,
de la espera.


Todo lo que pasa
termina y duele,
lo que sucede
muere como laúd silente.
Las eternidades quedan
para los irreverentes,
para quienes inmortales
permanecen perennes
en alguna esfinge,
en algún fetiche,
algún oráculo que les otorgue
el más allá de la muerte.


Camino los suburbios,
los voy descifrando.
Las improntas del desatino
fueron dejando huellas
en el pasado.
La luz empieza a fraguarse,
a colarse por las rendijas,
por los balbuceantes abismos nocturnos
que decoloridos ya hacen parte del paisaje.


El viento vascila
entre la bruma y las hojas,
las nubes conspiran,
al caer las gotas.
El abrigo desusado
de tu recuerdo
ya no alberga ni una fibra
de lo que aguardaba tu cuerpo.
Todas las pequeñas cosas que eran
se han ido
con el pasar del tiempo
se han entumecido.
Empieza a abrirse el cielo,
un fuego incendia
lo que permanecìa yerto,
una roja promesa esconde
lo que cuando amanece
se despierta...

MARIA FERNANDA CEBALLOS CALVACHE.
(La Realidad)

domingo, 24 de abril de 2011

IMAGINARIO I


Agonía del beso

tranquilidad suspiro

revivo bajo presión

exploto tras el silencio

deliro y no estoy fumando

me embriago de caricias sin licor

por supuesto, son imaginarias.

Anoche perdí tus manos

y me acordé de la luna.



CAROLINA RUALES.

viernes, 22 de abril de 2011

DEJANDO ATRAS



Juro que ahora seguiré .

Juro que ahora no llorare más.

Juro que ahora nunca mas vendré a verte.


Te dejé atrás, Por fin lo hice.
Me marche. Sin más ni menos,
Corte el hilo que me amarraba a ella.

Decidí volar lejos, sin mirar atrás, por fin solo lo hice.

Por fin decidi tan solo morír.


CAROL RUOS.

POEMA DE LLUVIA, GRANIZO Y OTRAS ABSTRACCIONES CLIMATOLÓGICAS


Llega la mañana.
Llueve nuevamente
sobre nuestros cuerpos amantes.
Furiosamente el granizo
nos saluda.
Llega el aguacero
y nos encuentra desnudos.
Hacemos una danza erótica
bajo las gotas que mojan nuestras alas.
Danzamos con los zapatos al revés
una tonada arrítmica y sin nombre.
Nuestros cuerpos se diluyen
bajo la tormenta…

Llega la mañana.
Rodamos apasionadamente sobre pétalos húmedos de jazmines;
nos amamos entre fango y escombros.
Después habrá tiempo
para detener la lluvia…
¡Buscaremos un cuchillo y un tenedor para poner en cruz!.

Llega la mañana…
Nos amamos bajo la lluvia estrepitosa.


DIEGO LOZANO.