
I
Pasan las horas desnudando la verdad del reloj.
Hoy nos saludara el viento y nos llamaremos sin nombrarnos
El color de las cosas varia extrañamente cuando tu estas presente.
El jazz suena sofocando las ideas de muerte.
II
Las dos caras de la luna paralelas a nuestro ombligo
Nada va a alejar mi deseo por abrazar el centro mismo de tu universo
La mañana revela el secreto de tus ojos
Yo solo pienso lo que piensan los que aman...
III
Estrello mi satélite contra la luna
Miraremos con asombro el color de las cosas mutándose
Evitaremos los efectos de la luz transformándose
El paisaje se satura con imágenes inmóviles.
IV
Cantan las amapolas en la noche heroinómana
Lloraremos bajo la lluvia sobre las piedras azules
Lameremos el musgo y dormiremos junto al rio
Llegara la mañana nuestras almas estarán desnudas.
V
Profundo el color de las cosas
Nuestras pupilas enceguecidas con crisoles cromáticos
Alucinan las conciencias con paraísos irreales
Te espero en mi jardín caleidoscópico.
DIEGO LOZANO
1 comentario:
Yo también he visto ese profundo color, como el rojo de mis uñas cuando trato de rasgar mi piel que siempre es gris, entonces suelto gemidos anaranjados en medio de la habitación, manchando las paredes en donde rebotan... me ha gustado este poema. Un abrazo.
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