Por entre la gris cortina
Llegan carros y busetas
Cargados de niñas, con la lonchera en la mano y “el saber” en el maletín
Es enero
Creo que hoy regresan de unas vacaciones decembrinas
Recuerdo cuando iba a esta misma hora a ese mismo lugar
Ese himno entonado sobre la alineación de niñas
Impregnadas de perfumito, moñitos van, moñitos vienen y café negro sobre el uniforme limpiado con trapo de añejo olor
Ese “por sus nobles aulas se forja el carácter” cantado con orgullo
Con buena postura
La alegría de entrar de vacaciones,
Con libros nuevos y cuadernos de “fruticas”
Marcados en la primera hoja con el mayor de los entusiasmos
Las grandes palomas se posan sobre aquel viejo colegio
Para ser testigos de la clase y hacer de las suyas con los peinados de las niñas
Cagandose deliciosamente en el trabajo de la madre a las cuatro de la madrugada
Pasan también por el frente de mi casa jeeps cargados de frutas y grandes verduras
Van para la galería alameda
Y entre transporte escolar y de galería, es peleada la vía
Mientras que los padres se apresuran a comprar la lonchera
Mi nostalgia va y viene
Me veo dibujada en cada una de esas niñas,
En las palomas, en cada ventana y bombillo de ese colegio
Hasta en esa puta iglesia donde me obligaban a cantarle a un dios de madera pidiendo compasion,
Pararme derecha y arrodillarme
Alarmas aquí, gritos allá, papitas, chocorramos, motos maletines rosados y gente en pantaloneta
De un momento a otro las niñas entran y el momento se esfuma
Vuelve la tranquilidad y nada ha pasado
Los carros y la algarabía desaparecen
Como apagar la luz de una vela que reina victoriosa sobre la oscuridad
Y la quietud llega, pero no para quedarse
Solo hasta la una de la tarde, algún acto cívico o hasta las 5 de la mañana del otro día,
Y también espero estar desvelada para poder contemplarlo
Con las manos entre la gris y suave cortina.
AMARILLA CAICEDO.
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