miércoles, 3 de febrero de 2010

PLACEBO POEMA ROCK



I



La sangre cae sutilmente bajo tu vientre

la noche llega con tu canto subversivo

riego las plantas abandonadas de tu jardín

espero tu imagen iluminada llegando a mi alma

la cerveza calma mi sed de ti...



II



La tormenta se llevo nuestros sueños no realizados

mi pistola solo dispara flores para ti

aún sediento, descanso,

grito tu nombre en varios idiomas

creo que nunca serás mi sueño idealizado.




III


Mientras fumo tu recuerdo cae la lluvia acida sobre la Loma de la cruz

la marihuana tiene el aroma de tus besos

que melancólico se siente el viento de la tarde

abrazo tu imagen perdida en el espejo

se, que tus labios son ajenos...

y tus manos.





IV



Aprendo de tu silencio el poder de la palabra

bajo la tormenta soy un tonto que en ti piensa

alucino con el contacto de los cuerpos

este licor nos salvo del naufragio...


por lo menos hoy mi sed esta saciada.





V


Abandono los caminos que hasta ti me llevaban

he renunciado a tu amor honestamente

igual el amor no es mi prioridad

solo el momento de la elevación...

el momento de la transparencia de la almas.





VI


Camino entre el misterio y los vinos

tu y yo, y los poetas fascistas

hasta el absolutismo tiene su belleza

ahora la neblina es la invitada a la fiesta...

somos oxigeno, hidrogeno,

y violencia.



VII


Espero bajo un puente de la quinta

el momento de la iluminación

te veo llegar sobre leones mecánicos salvajes

te recibo con un beso telescopio...

esta es la nueva realidad urbana.






VIII


Este poema es un canto desesperado por tu amor

hoy descansaron los ángeles que custodian las puertas

el cielo esta abierto para pecadores y convictos

sabemos que la vida es un eterno empezar de cero

déjame dormir en los pliegues de tu alma...






IX




Solo los monjes taoistas conservan el secreto de la vida

lo que nos rodea es un paraíso artificial y vulgar

escuchando PLACEBO las miradas estallan

el sonido del rock fue la atmósfera perfecta...

cae la lluvia,
mañana estaremos muertos prematuramente.



DIEGO LOZANO

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