
I
Involuntariamente las estaciones se trastornaron
-Las hojas ya no caen en otoño
El invierno ya no trae melancolía
-La primavera perdió su mágica frescura
El verano ya no alienta los corazones
Hermosos destellos iluminaron las esperanzas
El tiempo fue más rápido que la paciencia
Que poco se cree en el corazón en estos tiempos
El cansancio se apodera de la mente
-Los huesos no serán mucho más que polvo.
II
Siente la vida con más que cinco sentidos
-La noche es más que una acogedora oscuridad
Deja que la lluvia empape tu dulzura
La genialidad es inherente a la sabiduría
La sangre hierve en las sabanas del amor con sentido
Las noches sin luna son el cortejo del astro sol
Su celeste cuerpo ilumina las almas que buscan el cielo
-Otras buscan a Dios.
III
Tu fina silueta es más que un forjado monumento
Los recuerdos son el trofeo de la vida
-El tabaco de las hojas que curan mi ansiedad
Mi conciencia es un plato sucio en el fregadero
-La resaca es el efecto de los defectos
Al final los despojos.
IV
Las flores amarillas encandilan mis pupilas
Los triciclos oxidados transportan mi mente
Quisiera ser más tierno que estos besos fugaces
-Rozar tu piel… oh, tu sagrada piel
La suerte es tramposa cuando te tengo
-La suerte es tenerte
Las flores marchitas hoy piden vinagre desde su aposento pantano
Otras buscan al sol, que sea fugado de nuevo con la luna.
EDWIN VINASCO.
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