Me desperté esta mañana y pague 3000 pesos por el periódico en el abasto.
Seguí caminando por el parque y pague 2000 por un café.
Camine un poco mas y un aroma profundo a pan inundo mi alrededor y pague por probarlo 1000 pesos mas.
Mas avanzada la tarde después de almorzar pague 500 pesos por un bombón para mi sobrina.
De nuevo 1500 por el bus hasta su casa, al entregarle el bombón me pidió 500 más para ahorrar y con gusto se los pasé.
De vuelta a mi casa 300 pesos para el pregonero de siempre.
Concluyendo la tarde en mi casa admirando el crepúsculo de mi existir tras una ráfaga de viento dije en mis pensamientos por mi vida nadie daría un solo peso.
BINYELY.
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