sábado, 26 de diciembre de 2009

LABERINTO


Mi corazón no encuentra tierra donde caerse muerto

Bajo mis pies se ramifica el color de las cosas

Los átomos de tu epidermis se autodestruyen ante la ausencia

La desmedida electricidad del jazz es el aire que respiro

Acaricio tus moléculas con manos de seda

Busco tus huellas difusas en nuestra oscura prisión de espejos

Duermo sobre tu cuerpo modestamente inerte

Duermo sobre tus volcanes inactivos

Duermo sobre ti…

Besando los labios de la muerte.


DIEGO LOZANO.

1 comentario:

La Maga dijo...

Ahhh!!! aquí pues sí, ese eco de "duermo" sienta muy bien, da intensidad (no estabilidad).

Y ese gradual crecimiento de desesperación, hasta desfallecer en un verso.

Un laberinto, sí, de dolor incrementado, pero sin salida.

Esto síiii está muy bueno!