lunes, 19 de octubre de 2009


INDISOLUBLE

Como muere el amor,
en aquel que lo vive solo en su momento
para satisfacer su ego y sus miedos.

Muere en mis entrañas,
en mi pecho apuñalado por lo real,
en mi cabeza sacudida por la razón
y se destruye en mis ilusiones
como la saliva en un algodón de azúcar.

Me arrepiento y no que me hayas visto llorar,
me arrepiento y no de perdonar tu estupidez,
me arrepiento y no de la tristeza y la humildad,
hasta del perdón.

Ya no toco el suelo
pero me arrastro entre la corriente de los ríos violentos
el ser resiste dentro de sí,
pero se avienta al aire
cuando los suspiros deshinchan el dolor.

Corre, corre, lo más lejos que tus pies puedan,
corre hacia el fututo,
pero te amo…con todo lo que odio de ti.

Y esa es la razón por la que este río
poco a poco se hace más pequeño,
porque las esperanzas se disuelven con el café y los porros
y se hacen más bonitas frente al espejo de tus ojos
sobre todo si te veo reír.


CLAUDIA NUÑEZ.

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