
Atrapado por tu aliento,
me deleito con tu sabor.
-Con el color de tus palabras-
Escudriño entre tus piernas
buscando el paraiso.
-Tus senos como volcanes estallando entre mis manos-
Aun abrazados entre sabanas tibias
fundimos nuestros cuerpos humedos, sedientos;
ardiendo como antorchas.
-Eternamente unidos en magico contacto-
Reinventamos el deseo...
somos estrellas fulgurantes
esta noche de vino y desvelo.
DIEGO LOZANO.
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