sábado, 25 de septiembre de 2010

AMOR VAMPIRO


Ya es medianoche y mi cuerpo reposa en un lecho
espectral de rosas,
rodeado de velas incandescentes que compensan
el frío macabro de tu presencia.
Me habla tu siniestra mirada, me convence el
vacío de tus ojos,
me aferra a tus brazos el encanto de tus
hechizados labios.
Tu carne desnuda, siempre pálida y con olor a
muerte,
se inclina sobre mi cuerpo que tiembla de temor
y placer.
Susurras mi nombre y suplicas perdón,
pero te excita el calor de la sangre en mis venas.
Cierro mis ojos y con un suspiro apresuras tu boca
sobre mi delgado cuello,
embriagándote poco a poco con cada trago
exprimido.
De repente surgen gemidos que chocan con el
silencio de la noche,
y las blancas sábanas se tiñen lentamente de
sangre,
mientras mi cuerpo convulsiona salvaje de deseo.
Abro mis ojos y una vez más me habla tu siniestra
mirada,
pero ésta vez confiesas que me amas con el brillo
de tus ojos;
y me arrastras contigo hacia el mundo de los
inmortales,
para derrochar eternamente la oscura lujuria, de
éste vampiro amor.


ROSIS SEGURA.

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