
Hada mística en espera del oasis
Por los caminos inmorales del nunca jamás
Nadie sabe qué será de ella
La multitud la percibe en todos los sentidos
Su fortuna depende de la oscilación de sus caderas y pandero
Deambula por entre las péndolas de los atrapa sueños en cualquier bosque subterráneo
De la percepción del más excéntrico artista
Que plasma en sus óleos la figura femenina de la zíngara bayadera
En una base de perdición, erotismo y atracción
Delineada entre el enigma de los macizos y los discos de luz formados en las hojas de los bejucos
Con su mirada seductora pero malgastada
Recorre sin contener obscuros caminos de la floresta
Escuchando ya la noche venir guardada de búhos y luciérnagas
Luciendo andrajos con claveles purpura
Y en su pálido y fino rostro expresiones agresivas y desconfiadas
Sus rasgados y expresivos ojos que hipnotizan
Morfeo la seduce y la incita a sosegarse
Ella está ahí, sola esperando despertar para que sus pies zarandeen y vuelvan a zapatear.
EDNA ACOSTA
(Bogota, bienvenida al colectivo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario