LA NUEVA VÍA LÁCTEA.

Amo el limonar en tus pechos
Tu silencio irremediable
Amo tu misterio
Y tus finos dedos entregándole a la vida
colores simples
Amo tus secretos y tus cantos
Profundos como una ballena o una mariposa
Amo tus ojos
Mas que nada amo tus ojos
Esa forma de mirar el mundo como si fuera
una pelota de niño
un globo surcando la tarde viajera
En la que estamos juntos en tus pupilas,
por supuesto – por convicción

Frente a tu rostro me hago agua
Frente a ti me desmorono
Y me vuelves a armar como fichas de legos
Cada vez que me piensas
Estoy en ti estas en mi estamos
en la inmensidad de los
Silencios inaudibles
Frescas letanías

Que liberan mi alma a la meteorología de tu cuerpo

SANTIAGO FERNANDEZ